miércoles, 4 de abril de 2012

Leberkäse und Lebkuchen


Llegamos a una München agitada por la fiebre del fútbol: Bayer München vs L'Olympique de Marseille. Totalmente ignorantes del tema nos preguntábamos si el sonido constante de las sirenas y caravanas de policías por toda la ciudad formaba parte de lo cotidiano. Nos sintonizamos con la ciudad y nos subimos a un busito de turistas que recorría los alrededores.

El bus nos dejó en Stachus, la avenida central en dónde nos desplazamos a pie entre la multitud. El hambre de toda la mañana en tren nos hizo detenernos en un café frente a la torre St. Peters que vendía té caliente y uno que otro pastelito con sabor a recuerdo. Increíblemente, desde la estrecha torre del viejo St. Peters se pueden ver los Alpes nevados. También ahí subidas esperamos hasta que fueran las 17:00 para observar el  el reloj de la Rathaus cambiar de hora: caballeros andantes, juglares y bailarines de la corte en una fiesta de notas con el caos sonoro de todas las campanas de München sonando al mismo tiempo. Poco antes dudé que ese reloj tan viejo fiuncionara...si, por un momento dudé de los relojes alemanes...increíble. 

Detrás de la torre se encuentra el mercado de la ciudad, ahí se pueden conseguir de todo tipo de quesos y demás comidas. Lo siento por mi  cuota de parcialidad en el relato pero: "tenían que ver esos quesos!". Camembert, mozarella, gruyère, gouda, emmental...hasta queso con wasabi había. Además conseguimos las obligatorias hierbas italianas que le ponemos a la pasta en casa: aglio, olio e peperoncino. En un puestito los transeúntes conseguían unas delicias rostizadas que me atreví a pedir en alemán: "Ich möchte da, bitte!". Resulto ser Leberkäse, lo describiré como una especie de jamón deliciosamente asalchichado que se come con pan, mostaza dulce, Sauerkraut o Kartoffelnsalat und natürlich ein Bier! 

Nos dimos por satisfechas en Bavaria y esta mañana partimos hacia Berlin. Claro, Berlin era nuestro plan pero accidentalmente terminamos en Nürnberg. La ciudad no nos podía dejar pasar sin detenernos a admirar sus bellezas. Ajá. Por todos lados venden el famoso Lebkuchen o pan de especies tradicional. Nürnberg nos sorprendió por otra historia escrita en monumentos medievales y arte gótico. Algunos pensamos en Nürnberg solamente recordando los procesos en contra de los nacional socialistas involucrados en el genocidio.

En este momento atravesamos la antigua Alemania Oriental en dirección a Berlin. Mientras el tren recorre algunos túneles, ciudades, pueblos, bosques y muchos campos nos cubre una gran manta de neblina. 



4 comentarios:

  1. Que bonito, me encanta poder acompañarte con la lectura.

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    1. Gracias por acompañarnos :-) abrazote a los dos y felices pascuas!

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  2. Meme que increible tu pluma es tan descriptiva q ya me siento de viaje con uds!!! Segui adelante que tenes mucho talento!!!!

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    1. Qué lindo que te gustara y nos acompañaras en nuestras aventuras por estos lugares :-)Gracias Jean te quiero mucho! Abrazos, Meme

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